Devocional #1 Jueces 4
- Johana Steffany Rea Z.
- 25 ago 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 ago 2018

En este capítulo, hace mención de la desobediencia del pueblo de Israel contra Jehová, por lo tanto él los vendió a Jabín Rey de Canaán, y quien tenía como capitán de su ejército a Sísara. Y fue cuando el pueblo de Israel clamó a Dios, porque habían sido oprimido por ellos 20 años. En ese tiempo, se encontraba gobernando en Israel una mujer, llamada Débora, quien era profetisa y esposa de Lapidot. Ella se sentaba bajo la palmera, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín y los hijos de Israel presentaba sus situaciones ante ella para que los resolviera. Entonces, Débora mandó a llamar a Barac, diciéndole que Jehová lo había mandado, para que fuese al monte Tabor; reuniera diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón, porque Él Señor entregaría en sus manos a Sísara capitán del ejercito de Jabín. Mas Barcac respondió, que si Débora no iba, el tampoco iría, mas Débora fue con él, con la condición de que la gloria de esta campaña que iba a emprender no seria para él, porque el Señor entregaría a Sísara en manos de una mujer (Jueces 4:1-9). En este pasaje se pueden observar varios puntos relevantes de esta mujer siendo gobernadora de Israel.
Ella no era cualquier mujer, sin duda era una mujer de Dios que entendía los propósitos eternos de Dios para con la nación. Además establecía una profunda relación personal con Dios porque conocía su Voluntad.
Era una mujer casada con Lapidot, siendo juez del pueblo en ese tiempo, no era una mujer que estaba sola sino unida en matrimonio.
El Señor usó a Débora para exhortar a Barac de obedecer la voz de Dios, en que fuera a atacar a Sísara porque Jehová los entregaría en sus manos.
Barac le pidió a Débora que fuese con él, mas la honra de la misión quedaría en manos de una mujer.
En estos cuatros puntos mencionados, la palabra nos relata la historia sobre la participación de la mujer, a pesar de que Débora era una profetisa, fue junto a Barac que lograron completar el plan de Dios, de destruir el ejército de Sísara. Claramente se puede observar, como El Señor unió ambos personajes (tanto a la mujer como al hombre) para llegar a un mismo fin, cumplir la Voluntad de Dios.
Preguntas para Reflexionar:
¿Estoy cumpliendo mi rol según la dirección de Dios?
¿Comprendo mi participación en el plan del Señor, como mujer u hombre de Dios?
¿Estoy tomando mi lugar según mi rol?
Para las mujeres; ¿Somos las Débora de estos tiempos?
Para los hombres; ¿Somos los Barac de estos tiempos?
Espero que les haya sido de edificación este devocional. Bendiciones :)
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